El lobo de gubbio escrito por Raymond L. Bruckberger

Raymond Léopold Bruckberger


Cuatro de los cinco hijos de un padre austriaco, su juventud fue difícil, con el encarcelamiento de su padre, su escape, el embargo de los bienes de la familia, lo que obligó a la familia a vivir de la caridad. Raymond Bruckberger se unió a la orden de los dominicos a la edad de 22, en 1929, el convento de Saint-Maximin (Var). Y está encargada de la redacción del Diario tomista , donde en 1937 publicó su tesis metafísica .
En 1939, obtuvo el permiso de sus superiores para servir. Se unió a marzo 1940 el cuerpo franco Darnand Joseph , a quien se hace amigo. Herido en Chantilly, fue hecho prisionero. Se escapó en julio de 1940, a través de Dijon de zonas francas , gracias a Canon Kir , y encontró Darnand en Niza, también escapó, con quien reflexionó sobre la creación de una organización de veteranos. Al negarse a jurar lealtad al régimen de Vichy , empezó a sentirse atraído por la acción del general De Gaulle .

En mayo de 1941, en ​​nombre de la defensa de Charles Péguy , interrumpió un discurso de un funcionario de la Vichy amistad franco-alemana, en presencia del obispo de Niza y el prefecto. Expulsado de Niza, pronto contacto con Claude Bourdet y Resistencia .

Arrestado por la Gestapo en 1942, escapó de la muerte, probablemente debido a la intervención de Darnand e hizo cinco meses de prisión. Tras su liberación, pasó a la clandestinidad en Vivarais, donde asistió a Albert Camus . También se le conoce con Robert Bresson , con el que hizo en colaboración con Jean Giraudoux , Los ángeles del pecado , en la que muchos ven como una metáfora de la resistencia. Ante la insistencia del general De Gaulle, la Resistencia quiere tener un Capellán General. Alexandre Parodi luego llamó Bruckberger capellán Fuerzas Francesas del Interior.

Él participó en la liberación de París 19 de agosto 1944. Para evitar un enfrentamiento con el Cardenal Arzobispo Suhard , que recibió Notre Dame de Paris mariscal Petain y el comandante alemán de París, Bruckberger cree que la liberación masiva se debe celebrar en la iglesia Notre-Dame-des-Victoires . Pero De Gaulle quiere Notre Dame. Bruckberger Es entonces que la presencia del cardenal en la catedral no es deseable. La misa tuvo lugar en condiciones increíbles 26 de agosto 1944, sin excluir el propio general y se limita a la archidiócesis, el cardenal sin electricidad, mientras que fuera de la batalla callejera duró, el ​​general se quedó de pie en el medio del apoyo en el suelo.

Después de la guerra, recibió la Medalla de la Resistencia con Rosette, padre Bruckberger persigue Saint-Germain-des-Prés su silueta característica y llegar a ser muy familiar a los parisinos. Puede encontrarse en compañía de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir . Fue entonces cuando se denunció tanto la influencia del Partido Comunista , sino también la acción de los católicos sociales de todo el Movimiento Republicano Popular de la Resistencia. Se destaca fuertemente en contra de lo que él ve como el abuso de la Purificación , asiste diariamente Darnand en su celda de Fresnes , en 1945, obtiene una docena de ofertas del general De Gaulle, e incluso inútil campaña a la de Jean Bassompierres , que será ejecutado el 20 de abril de 1948.
Es precisamente este episodio trae las autoridades eclesiásticas para asignar en el Atlas sahariano en Ain Sefra (Marruecos), donde se convirtió en capellán de la Legión Extranjera . Este distanciamiento de Francia también pone fin a la revista El caballo de Troya , creada por él hace un año y se dirigió al convento de Saint-Maximin, que tendrá un costo de cien mil francos al mes a su editorial Gallimard.

13 de mayo 58, a su paso por el Estrecho de Gibraltar, para volver a Francia, donde su estado asignado conventum adicional asegura que los ojos del nuevo Presidente de la República, Charles de Gaulle, un barniz de legitimidad. Se retiró en 1962. Contribuye regularmente para The Dawn , y Figaro Magazine . En 1985 fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas .

El lobo de Gubbio

Según las Florecillas de San Francisco, el lobo de Gubbio era un canino feroz que asolaba la ciudad italiana de Gubbio, situada en Umbría, en la actual provincia de Perugia. De acuerdo con la narración, este lobo europeo era un depredador que había devorado tanto animales como personas. Presentaba tal ferocidad que nadie se aventuraba siquiera a salir de la ciudad. Francisco de Asís, movido por su compasión a los habitantes del lugar, actuó motu propio sin que solicitaran su intervención: buscó al lobo y lo conminó en nombre de Cristo a no hacer más daño a nadie. Apenas el «santo de Asís» trazó la señal de la cruz, el lobo cerró la boca, dejó de correr, se acercó mansamente, y se echó a sus pies. Conducido por Francisco hasta la ciudad, el lobo vivió en ella durante dos años hasta su muerte por vejez. En alusión a este episodio, el lobo aparece en ocasiones como un emblema de Francisco de Asís, y el conjunto del santo y el lobo se observa en variadas representaciones iconográficas. La riqueza simbólica del relato se refleja en la multiplicidad de análisis y reelaboraciones de que fue objeto.